A Veces la Serpiente Pica

¿Has tenido alguna vez una temporada donde todo pareciera que podía ir bien y al contrario todo va mal? Yo sé que las he tenido. He tenido tiempos como creyente en que he sentido que la mejor opción era gritar como Elías: “ Mátame, Señor”. Entonces cuando voy a Dios para que Él me sane mi corazón, sucede otra cosa. Sé que no estoy sola en esto. 

Sean situaciones financieras, de relaciones, trabajo, familia, o que el carro no deja de estar averiado, sé que has vivido alguna temporada de dardos imparables en tu campamento. ¿Quieres saber cómo sé esto? Porque el mundo nos está mirando. Ellos están esperando ver cómo tú, como creyente que tienes la Esperanza de gloria viviendo en ti, vas a reaccionar ante los contratiempos de la vida. 

Vayamos a Hechos 27 y veamos a Pablo. Había sido puesto en juicio frente a Festo, una corte Romana en Cesárea, a causa de las acusaciones hechas por su propio pueblo judío. Pablo apela a César, y Festo le concedió su petición, la cual comienza con la larga travesía de Pablo a Roma. Fue puesto bajo la custodia de soldados romanos en un barco junto a otros varios prisioneros. El viaje fue difícil debido a las condiciones del tiempo. Todos en la nave estaban temerosos porque un viento del nordeste los arrojó al mar perdiendo todo el control de la navegación. Finalmente naufragaron en la isla de Malta, donde los soldados romanos, quienes al principio querían matarlos para que no escaparan, le perdonaron la vida a Pablo y a los otros prisioneros. 

Al principio de Hechos 28, Pablo explica cuán amables fueron las personas de Malta. Él cuenta cómo los de la isla los recibieron y encendieron un fuego para que se calentarán, a causa de la lluvia y del frío. Entonces, algo sucedió: 

“ Entonces habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano” (Hechos 28:3).

¿Puedes creer eso? !Después de ser golpeado a causa de su fe, acusado falsamente, encarcelado, casi morir en el mar, haber naufragado, ahora lo picó una serpiente venenosa solo porque estaba tratando de calentarse! No hizo nada para merecerlo. ¿Esto le suena familiar a alguien?

Los versículos siguientes dicen:  “Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció”.  ( Hechos 28:4-5). No miremos el hecho de que las personas lo juzgaron mal y enfoquémonos en el último versículo: 

“Pero él sacudiendo la víbora  en el fuego, ningún daño padeció”.

“Pero él sacudiendo la víbora  en el fuego, ningún daño padeció”. Él no sufrió daño porque su enfoque no estaba en la serpiente. Cuando la serpiente lo picó o cuando fue falsamente encarcelado, él nunca se enfocó en el enemigo. Su mirada no estaba en cuán injusta la situación era cuando casi muere en el mar. Su mirada estuvo siempre en Jesús. Su enfoque fue lo que trajo como resultado su supervivencia. 

Miramos esta historia solo para llegar a este punto: a veces la serpiente pica. A veces no importa cuán devotos seamos al Señor, cuán profundamente arraigados estemos en su amor, cómo atendamos a los huérfanos y a las viudas. Aun así, podemos terminar siendo picados por una serpiente venenosa. Mi pregunta para ti es: ¿Estás enfocado en esto? ¿Te quejas con los que están alrededor de ti sobre cómo has tratado y has hecho las cosas bien y al final te han salido mal? ¿O lanzas la serpiente al fuego?

No estoy diciendo que no haya situaciones desgarradoras y que necesitamos tiempo para ser sanados de ellas. ¿Estoy hablando de dónde está su enfoque? ¿Está en Jesús quien pensó que tú eras tan maravilloso y le importó tanto que dio su vida por ti? Si tu enfoque está en Jesús, entonces puedes caminar sin ser dañado, pero si escoges darle alguna atención a esa repugnante serpiente, mejor que te prepares para que entre algo de ese amargo veneno en tus venas. Poner tu mirada en tus circunstancias negativas causará la muerte de tu esperanza y enfoque en Jesús. 

También están las personas alrededor de ti que te están mirando. Quieren ver si la fe que dices tener te salvará. Después que la serpiente picó a Pablo, dicen las Escrituras que: 

“Ellos estaban esperando que él se hinchara, o cayera muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios”. 

Pablo después encontró a un hombre que estaba enfermo en la ciudad y lo sanó a él y a muchos más. No estoy diciendo que queremos que la gente piense que somos dioses, sino que queremos responder a la vida de una manera que la gente lo vean a Él en nosotros, y así de esa manera, vamos a presentarles a nuestro Padre. 

Así que mis amados hermanos y hermanas, que esto sea de ánimo. En la vida tenemos tribulaciones y las serpientes nos picarán, pero Jesús dice en Lucas 10:19:

“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”. 

No seremos dañados si solamente ponemos nuestros ojos en quien Jesús es y en lo que Él ha dicho de nosotros. Entonces, no solamente podemos salir ilesos de una batalla con una serpiente, sino que podemos mostrarles a otros que es posible.

Escrito por Jenimar Pendleton

Imagen de Erin Ramsey